Ubicada en San Pedro, en una zona de crecimiento urbanístico, se diseña esta vivienda en dos alturas, en la que se busca una clara diferenciación formal con respecto al arquitectura que se está realizando en el entorno inmediato.

Los clientes buscaban una vivienda funcional, luminosa y con personalidad que les permitiera disfrutar durante todo el año de la misma, que fuese eficiente y, sobre todo, fresca durante los meses de verano. Por ello se buscó desde un principio: la mejor orientación que favoreciese estos condicionantes; la existencia en todas las estancias de una iluminación natural y la creación de ventilaciones cruzadas en las mismas; y la protección mediante celosías que protegiesen aquellas estancias más castigadas por el Sol, pero que permitiesen la entrada de luz.

La planta tiene forma de L, la cual permite la fluidez espacial y la creación de la zona de disfrute exterior, en la que se mantiene la privacidad y en la que se generan espacios para disfrutar tanto en las estaciones cálidas como en las frías.

Las cubiertas son todas inclinadas y con diferentes orientaciones, generando la quinta fachada de la edificación, y que la alejan de la arquitectura moderna que se esta ejecutando en su entorno, pero que no perjudica las lineas limpias y la continuidad de los materiales, si no que contribuyen a la materialización de la idea de bloque blanco, tallado y vaciado que se vuelca hacia el espacio exterior generado para el disfrute. Se basa en una reintepretación de la arquitectura vernácula, en donde la honestidad de los materiales y la simpleza de formas se adueñan del conjunto dando lugar a una arquitectura moderna y tradicional simultáneamente, y que queda integrada en el concepto arquitectónico mediterráneo.

arquitectos – arquitectura – vivienda – San Pedro del Pianatar – Murcia